Entrevista a Cecilia Borghi

Pasó el fin de semana, nos regaló un domingo de sol después de días y días grises y lluviosos. No hay placer que se iguale a despertar ese día, el que estás en casa, sin horario, sin despertador, sin corridas y abrís los ojos y después de días de lluvia ininterrumpida entra un solazo por la ventana, el jardín está ultra verde por tanta agua, y los pájaros cantan agradecidos. Bueno, después de ese regalo es mucho más fácil empezar una nueva semana, y mucho mejor aún con una entrevista a alguien que admiro, y que después de esta charla admiro más aún. Porque no solo es por su trabajo, sino por eso que la define, su historia, sus afectos, su familia, sin dudas, todas juntas las que forjaron a la artista que es hoy. Los dejo con Cecilia Borghi, ojalá la disfruten tanto como yo!


Nací en 1976 en la Ciudad de Buenos Aires pero pasé mi infancia y adolescencia en el conurbano de la provincia, jugando en la vereda, andando en bicicleta y explorando cada recoveco de la fábrica de porcelanas de mi familia donde, en los años 80, se producían figuras y objetos de porcelana muy ornamentados. A mi me gustaba aprender a hacer florcitas y decorar a pincel. Así de a poco y sin querer fui aprendiendo el oficio. 
En los 90 mis padres comenzaron a diseñar piezas de línea contemporánea y se posicionaron como los mayores fabricantes de objetos decorativos cerámicos de alta calidad. Yo mientras tanto estudiaba Bellas Artes y me especializaba en pintura, primero en la Rogelio Yrurtia y después en la Cárcova. Ya por aquella época mostraba mucho interés en el trabajo de mi familia y comencé a colaborar con ellos. Aprendí a hacer decorados, tanto a mano como con los calcos que imprimíamos con la técnica de serigrafía. En el año 2000 mi papá diseñó una serie de lámparas de porcelana translúcida y yo quedé a cargo de su producción. Con el correr de los años me animé también a ocuparme del diseño web y de folletería y a acompañarlos en las ferias nacionales e internacionales en las cuales participaban. 

Años más tarde ellos me alentaron a que produjera mi propia línea de porcelanas la cual presenté por primera vez en Feria Puro Diseño 2008. 
A partir de ese momento me dediqué a diseñar y producir una colección por año que vendía en todo el país. En 2009 la jefa de compras de la tienda de diseño del Museo de Arte Moderno de San Francisco pasó por un stand donde exponía mi trabajo y así fue que realicé mi primera exportación a Estados Unidos que resultó toda una aventura. 
Pero el paso por Bellas Artes me había dejado muchas inquietudes y ese mismo año me presenté por primera vez al Salón Nacional de Artes Visuales con una obra en porcelana que se llamó Jardín Colgante y recibí una mencion del jurado. Quizás fue suerte de principiante, lo cierto es que desde ese momento supe que valía la pena esforzarme y arriesgarme a cosas nuevas, como bien aprendí de mi familia, para poder vivir haciendo lo que más me gustaba. 
Así fue que durante estos últimos ocho años en que me dediqué a trabajar de manera independiente fueron surgiendo todo tipo de desafíos: diseñé estampados, realicé un dossier de diez páginas para revista Living y fui invitada a participar en un evento de joyería artística en el Museo de Arte y Diseño de Nueva York entre tantas otras cosas emocionantes.


Wow, que lindo escuchar el camino que transitaste, desde niña junto a tu familia, y aquello que un poco mamaste luego se convertiría en tu pasión y tu forma de vida, hablando de vida, ¿sentís que vivís en tu lugar en el mundo?

Hoy vivo en el barrio de Flores en Buenos Aires y definitivamente es éste mi lugar en el mundo. Cuando era adolescente mi gran sueño era estudiar pintura en la Royal School of Art en Londres pero no tuve posibilidades de hacerlo. Años más tarde visité esa ciudad y a pesar de que me gustó mucho también me di cuenta de que yo pertenecía a Buenos Aires porque más allá de nuestros problemas es un lugar donde todavía hay mucho por hacer y me gusta esa sencación de saber que uno puede inventarse su propia vida. 
Además siempre me encantó la apariencia de esta ciudad, la mezcla de edificios modernos y antiguos, la arquitectura ecléctica, las viejas casas llenas de ornatos, el subte (la línea A era mi favorita por sus vagones antiguos que hoy no circulan más) los cines y museos, las librerías y los cafés.

 

¿cómo es un día de Cecilia en su lugar en el mundo?

Los días se presentan como una serie de cosas que intento organizar meticulosamente en una agenda donde los renglones nunca son suficientes.
Este exceso de actividades se pueden clasificar en dos categorías: hogareñas y trabajo. 
Las primeras se refieren a las cuestiones de la casa y cuidado de mis hijas. 
Las cosas básicas como la limpieza y la preparación de comidas, a pesar de no ser mis actividades favoritas, me parecen muy importantes y me gusta ser capaz de llevarlas adelante en familia. Hoy en día nos dividimos todas estas tareas con mi marido quien además prepara pan de masa madre y cerveza de jengibre.
Con respecto al trabajo, soy una persona bastante dispersa y con los años aprendí a sacar partido de este defecto y del hecho de que no cuento con una cantidad de horas diarias determinadas para trabajar ni taller propio.
Mi casa se transformó en mi centro de operaciones y la agenda en una herramienta indispensable. 
Trato de dividirlo en tareas que no superen los 40 minutos de duración. Los domingos armo una lista de actividades a realizar en la semana y a medida que avanzan los días intento ir completándolas en los huecos que surgen entre una cosa y otra. Algunas semanas logro concluir con todas, otras me queda mucho sin terminar y si puedo compenso haciendo algo el fin de semana. 
La clave para que todo funcione es ser metódica, ordenada y no desalentarme ante el primer contratiempo. Si en el medio de todo esto encuentro además tiempo para leer un rato y tomarme un té preparado en pava de hierro y servido en un cuenco de porcelana soy completamente feliz
.

 

Sin conocer personalmente a Cecilia por cómo me contestó las preguntas y envió las fotos ordenadas y cada una catalogada con un número correlativo, aún sin haber leído sus respuestas, pensé que era evidente que era alguien ordenado y metódico. Después de sus palabras está claro que es así, lo que no deja de ser una linda paradoja en alguien que es muy creativo y disperso. No es fácil encontrar el punto justo de equilibrio para sacar provecho al máximo de lo que somos, Cecilia si no lo ha logrado, está en ese camino.


¿Cuales son tus fuentes de inspiración?

Mi trabajo se inclina más por el lado sensible que por el intelectual, por lo cual las cosas que me inspiran suelen llegar por los sentidos: olores, colores, formas y texturas son los disparadores más frecuentes. 
Siempre me gustaron las flores y ahora de grande disfruto mucho de recrearlas en las mil y una maneras posibles, porque me remiten siempre a mi niñez feliz: las flores que aprendí a modelar en pasta de porcelana, la rosas chinas de la puerta de la casa de mi abuelo, los perfumes italianos de mi mamá y las flores de tela que modelaba mi abuela, todas cosas simples pero que por su sencillez se vuelven universales y se transforman en una especie de lenguaje a través del cual se puede decir muchas cosas.

 

Qué lindo! inspiración que viene de lo simple y que remite a los mejores recuerdos de la infancia...contános un poco lo que haces con esa inspiración:

Lo que hago es intentar poner en imágenes todo aquello que está encerrado en mi cabeza. Para eso me valgo de varios medios: modelado en porcelana de alta temperatura, dibujo, pintura y fotografía. A través de estas técnicas me voy involucrando en distintos proyectos (la mayoría propios, otro ajenos) y así las porcelanas se vuelven esculturas, colecciones de cuencos o joyas contemporáneas, los dibujos encuentran su destino en cuadros y estampados textiles, las pinturas se transforman en ilustraciones y las fotografías en relatos visuales de viajes y trabajos.

Desarrollo mi propia obra y objetos que voy presentando en exhibiciones de arte y tiendas de diseño. A veces me contactan para realizar estampados textiles o ilustraciones y siempre trato de ser realista en la evaluación del proyecto. Si es viable me embarco pero si me parece que no lo es siempre prefiero ser sincera y aclararlo a tiempo para no hacerle perder tiempo a nadie. 
Además desde hace 8 años escribo un
blog que es como un gran experimento con el cual atravesé varias etapas...Fui desde las viñetas intimistas pasando por relatos y fotos donde mostraba mi proceso de trabajo hasta hoy en día en que estoy intentando trabajar más mi escritura y mis ideas.
 

Me gusta mucho leer y disfrutar del blog de Ceci, debo decir que a ella la descubrí hace años a través de él, no recuerdo como llegué al blog pero sí que allí la descubrí, luego vi su nombre en Living, su obra en Patron, su exposición en EE.UU. y hoy podemos seguir su día a día en Instagram. Está claro que Ceci no para de crear, que sus flores, sus piezas de porcelana, sus trazos casi orientales, son delicadeza, diría una delicia. Ella no para y siempre tiene nuevos proyectos...

Actualmente estoy trabajando junto a dos amigas en las ilustraciones para un libro infantil. Nunca había abordado un proyecto así y a pesar de que había deseado mucho poder hacerlo cuando llegó el momento sentí que no se me ocurría nada. Pero de a poco fueron surgiendo las imágenes y espero poder tener los originales listos para fin de año. 
 

Que maravilla un proyecto editorial. ¿Cuál es un proyecto que te encantaría poder concretar por mas lejano que hoy lo veas?

Sueño con tener mi propio horno para porcelana y poder generar otra vez una rutina de trabajo en ese material ya que actualmente las piezas las hornea mi papá en su taller y eso siempre estira mucho los tiempos.
Por otro lado me gustaría poder crear una línea de papelería basada en mis propios dibujos y proyectarla en el tiempo diseñando colecciones anuales. 

 

Nos gusta que nuestros entrevistados nos den sus recomendaciones:

¿Cuál es TU viaje ideal?

Me gusta recorrer y conocer y si me dan a elegir siempre prefiero las ciudades. Disfruto visitando museos y galerías de arte y caminando todo lo que puedo para empaparme del lugar y sus sensaciones. 
Si además tengo la oportunidad de parar en una casa o departamento que me da la posibilidad de jugar de local por unos días e imaginar como sería mi vida si viviera ahi me siento mucho más entusiasmada.

Pero lo más importante de todo: los mejores viajes fueron siempre aquellos donde otros me llevaron. No tengo iniciativa para viajar porque me siento más segura en mi propia casa, pero a lo largo de mi vida tuve la suerte de estar rodeada de personas aventureras que me llevaron a recorrer el mundo. Asi que mi viaje ideal no estaría completo sin gente así. Si tuviera que elegir me encantaría volver a Berlín, Venecia y Nueva York y sueño con visitar la ciudad de Oaxaca en México.

 

Si nos tuvieras que recomendar un libro y un blog ¿cuales serían?


Un libro: Speak, Memory (Habla, Memoria) de Vladimir Nabokov.
Un relato para leer de a poco, por la intensidad de sus imágenes y las ironias del autor que pueden pasar desapercibidas si uno anda apurado. 
Es una autobiografía, pero una muy particular ya que Nabokov no se limita a contar su vida sino que la transforma en una gran novela repleta de detalles y recuerdos sobre los cuales desea escribir para alivianar su propia memoria y olvidarlos con la traquilidad de saber que los guarda por escrito. Algunas escenas son casi cinematográficas y la descripción de los lugares es extremadamente detallista. 
Pero lo más interesante es que su intención es que el relato funcione más allá de la veracidad de los hechos. Asi las anécdotas personales se transforman en viñetas perfectas que lo transportan a uno desde la Rusia del principios del 1900 a Berlin, Londres y Paris de entreguerras y uno se ve enfrentado constantemente a la duda de la veracidad de los hechos para llegar a la conclusión de que un gran artista tiene todo el derecho de inventar su propia historia.
Un blog:
Un lago de papel de Cecilia Afonso Esteves: Ilustradora y joyera argentina que actualmente vive en Córdoba. Comencé a seguir su trabajo hace 10 años y siempre me siento reconfortada al entrar en su blog y leer sus frases breves y sensibles o simplemente me deleito con las fotos donde presenta con mucho cuidado su trabajo o el simple pasar de los días.

 

Soy fan del trabajo de Cecilia Afonso Esteves y adoro su Lago de Papel, hermosa recomendación, y ¿un artista o diseñador al que admires?

Una de mis artistas contemporáneas favoritas es Phoebe Cummings, una joven escultora inglesa que eligió cruzar la cerámica, la instalacion y las artes aplicadas. Crea piezas florales en porcelana cruda con las cuales arma unas instalaciones que se asemejan a paisajes de otro planeta, siempre grisáceos y monocromos pero con un nivel de detalle y delicadeza extremos. Admiro mucho su oficio y creatividad pero también las agallas para elegir entrar al mundo del arte produciendo piezas de caracter decorativo y efímeras. 
 

Que charla bonita, inspiradora, de esas que te dejan con un sabor dulce y con aroma a flores, me deja una imagen: una ventana entreabierta, con un rayo de sol que dibuja una silueta en un mantel blanco, un ramito de flores armado con esmero y un cuenco de té humeante, ahí como esperando para charlar, despacio, desde el alma compartiendo una tarde de amigas.

Gracias Ceci por esta charla, termino como siempre: definite en 4 palabras.

Perseverante, conversadora, dispersa y soñadora.

 

Espero hayan disfrutado esta entrevista tanto como yo! si quieren dejar algún comentario siempre será bienvenido, incluso alguna sugerencia de alguien de quien quieran saber más, que empiecen una semana a pura inspiración! 

 

 

 

-