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Entrevista a Txell Lagresa

Entrevista a Txell Lagresa

Este fin de semana que ha pasado se puede decir que ha sido un fin de semana otoñal, más fresco, con nubes y he estado en casa disfrutando de eso, de quedarme, de estar con las plantas, de mirar la luz que entra por la ventana, ya de otro color, mas dorado. Siempre pienso que la luz del sol y los colores que refleja son tal cual el clima de cada estación. ¿Lo pensaron alguna vez? Para mí el sol y su luz es todo, hay quienes disfrutan de la lluvia, no es mi caso, no importa que haga frío si el sol calienta, y si en algo siempre he prestado atención es como la luz va cambiando de acuerdo al paso de las estaciones y eso mismo sucede con nuestro estado de ánimo. Verano, luz fuerte que irrumpe eufórica, tenemos ganas de salir, disfrutar, estar afuera, nuestro cuerpo tiene energía de sobra, nos acostamos mas tarde, no importa el reloj; pero llega el otoño que tiñe todo de dorado, la luz toma ese tono, los árboles, los reflejos que atraviesan las ventanas pintan todo de ese color y de a poco la euforia del verano se va aquietando como preparándonos para el invierno que se aproxima con su luz mas tenue, fría, que baña todo de tonos azulados, fríos como el viento que sopla afuera...y nos quedamos adentro, nuestro cuerpo se pone en modo slow, nada se disfruta más que estar en una cama o un sofá tapados con una manta, una taza de algo caliente. Pero según pasan los meses nuestro cuerpo y nuestra mente  ya no quieren "hibernar" y como la naturaleza es sabia estalla la primavera, la luz empieza a cobrar fuerza de nuevo, el jardín dormido se despierta de a poco, todo estalla en verde y flores y color y la energía comienza a aumentar y cuando no nos damos cuenta el verano llega y el ciclo comienza de nuevo...